La amargura de los Proyectores

Define la RAE la amargura como:

«Sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido una desilusión o una injusticia»

Para aquellos que sigan ese mundillo del Diseño Humano se darán cuenta que es un compendio de la firma del No Ser de todos los tipos: ira o resentimiento, frustración, desilusión.

Siempre pregunto a los proyectores que guío que me digan con cuál de esos tres sentimientos se identifican más y , luego, qué significa para ellos amargura. Pocos, por no decir ninguno, lo saben definir, pues suelen contestar con sinónimos, la mayoría frustración. Lógico, casi todo el mundo hace de generador. También observo alguno conteniendo con sus mentes brillantes la ira…detrás, seguro, que hay alguien que hace de generador manifestante o de manifestador. Alguien que todo lo que inicio le salió mal.

Si te sobresale alguno, es que ejerces de un tipo que no eres, cuando aceptas que no distingues entre la ira, la frustración o la desilusión comienzas a ser proyector… vives la amargura de la soledad, de la injusticia propia y ajena del reconocimiento… un triste vals de esto que te frustra, de eso que te llena de ira, de aquello que te desilusiona y vuelve a girar… una suma de momentos que hace el cóctel atemporal de la amargura.

Cuando llegas al DH no tienes ni tipo ni autoridad, eres simplemente un ser condicionado que toma sus decisiones basado en su tensión física, su carga emocional y de su ansiedad mental.

Lo primero que hace el DH es que pares. Da igual el tipo que seas, sí , incluso, siendo Manifestador. Parar es bajarse de la noria del condicionamiento, dejar tiempo para escuchar el cuerpo, para distinguir que nos aprieta más en la vida, si lo físico, lo emocional o lo mental.

Parar es dejar que la vida traiga las cosas. Parece fácil pero, no, no lo es, los condicionantes económicos y relacionales invaden nuestro ser y anulan nuestra capacidad de autoescucha.

¡ Proyector ! :
sentirse amargado es el primer paso para ser Proyector. Es mejor ser un Proyector Amargado que un Zombie Condicionado ejecutando el programa del No Ser de cualquier otro tipo.

Disfrutemos de nuestra amargura , un “stand by” para estudiar , reconocernos, cultivarnos y crear.