Cómo crear una cultura tecnológica sana en mi familia

Este es el gran dilema por el que atraviesan muchas familias hoy, los teléfonos celulares, las tablets, TV   y las pantallas transportables, se han apoderado de casi todos los espacios de la vida cotidiana. En muchos hogares se han convertido en los chupetes y niñeras electrónicas de los niños, sin reparar en el grave daño que les están causando a nivel cerebral. Negándoles la posibilidad de desarrollar importantes habilidades necesarias para su crecimiento y el desarrollo de su inteligencia. Junto con todos los síntomas que traen consigo, como, por ejemplo: la falta de concentración, la hiperactividad, agresividad, desconexión vincular, la pereza, el desgano, el sedentarismo, problemas de visión, entre otros. Sin darnos cuenta que esto les traerá graves consecuencias a largo plazo.

Somos conscientes de que la tecnología bien usada es una gran herramienta. Pero también somos conscientes que, en manos de un niño, puede causar estragos cuando no es correctamente utilizada, es por eso que es tan importante la presencia y el acompañamiento de un adulto regulador. Por ello les presento algunas recomendaciones para los padres de familia para evitar lo antes citado: el adulto debe ser el que establece cuándo, cómo, qué, y dónde deben ser usados dichos dispositivos, es importante que sepan que los niños de 0 a 2 años, no deben estar en contacto con ningún tipo de pantallas, en algunos casos los neurólogos recomiendan cero pantallas hasta los 3 años o incluso hasta los 6. Deben poner pautas claras preestablecidas, como por ejemplo: es permitido el uso de pantallas 4 horas semanales y eso incluye TV, celular, Tablet, video juegos (la distribución de esas 4 horas va a ser decisión de cada familia). 

Recuerden que las habilidades sociales son sumamente importantes, deben ser desarrolladas durante la infancia y la adolescencia, y requieren del contacto físico con los otros para ponerlas en práctica. No se olviden que de ustedes depende y son los responsables de un sano desarrollo en la vida de sus hijos, y el contacto diario con las pantallas no son la mejor opción.